Después de tres años de arduo trabajo, ¡han nacido los primeros pichones de Cardenalito con fines de conservación! “Rescatando, criando y reintroduciendo más cardenalitos” es una de las cinco estrategias clave de conservación de la Iniciativa Cardenalito (IC) un proyecto liderado por Provita ONG.
La misión de la Iniciativa Cardenalito, comenta Arlene Cardozo, coordinadora del programa, es “proteger y restaurar las poblaciones del Cardenalito (Spinus cucullatus), un ave culturalmente importante en Venezuela y muy amenazada”. A través de este proyecto, promovido por Provita, se generan también acciones de conservación para reducir el tráfico ilegal, restaurar ecosistemas amenazados y promover agricultura sostenible.
El Centro de Conservación de Cardenalito de Venezuela (CCCV), fue construido en el 2019, y desde entonces ha recibido aves rescatadas del tráfico ilegal o entregadas voluntariamente por avicultores que apoyan la conservación. Debido a que muchos de estos Cardenalitos están habituados a los humanos, y provienen de lugares desconocidos, no son buenos candidatos para ser liberados en la naturaleza, ya que probablemente volverían a ser traficados o no sobrevivirían en entornos desconocidos. Sin embargo, sus descendientes podrían ser liberados, una vez que se reduzcan las amenazas hacia la especie gracias a los esfuerzos de la Iniciativa Cardenalito. Mientras tanto, forman parte de una población gestionada científicamente que sirve como un importante resguardo contra la extinción.
El camino ha sido largo y lleno de retos, pero después de tres años, los esfuerzos del CCCV han dado frutos con una nueva esperanza para la especie.
El Médico Veterinario Enrique Azuaje y curador del Centro de Conservación Cardenalito (CCCV), ubicado en el Zoológico Leslie Pantin, estado Aragua, comenta que: “Estos pichones no son como cualquier otro, bajo sus alas descansa el valioso tesoro de un acervo genético de una especie en peligro de extinción. Con su nacimiento aseguramos la preservación de diversidad genética, tan importante para que un día esta especie vuelva a encontrarse en su hábitat natural”.
En estos tres años, explica el MV. Azuaje, “el CCCV ha rescatado a un total de veinte Cardenalitos. Con la llegada de cada ejemplar, inicia un proceso de aprendizaje, que incluye desde su mantenimiento, prevención de enfermedades hasta análisis de comportamiento; llevándonos a un largo recorrido que hoy nos permite entender más sobre la especie, que hasta ahora había sido poca estudiada bajo cuidado humano”.
Gracias a este trabajo, el equipo ha desarrollado métodos innovadores para proporcionar las condiciones ideales que debe tener el Cardenalito para reproducirse.
“El éxito de la cría de los Cardenalitos para la conservación, involucró una gran cantidad de conocimiento, investigación y alianzas internacionales que demuestran lo complejo que resulta revertir el proceso de extinción para una especie” añadió, la coordinadora e investigadora de la IC, Arlene Cardozo.
En la actualidad, el CCCV alberga siete parejas de Cardenalitos rescatadas. Todos los ejemplares se han adaptado con éxito a su nuevo entorno, un proceso complejo para unas aves traumatizadas por la captura y poco familiarizadas con el cautiverio. “Deben superar los efectos estresantes de un alojamiento y traslados inapropiados, en los que la tasa de mortalidad es alta”, comenta el MV. Azuaje.
Un futuro prometedor les aguarda a estos pichones, representando un hito inolvidable para la Iniciativa Cardenalito y un gran paso al frente en la conservación de especies amenazadas en Venezuela.