Entre los meses de septiembre y noviembre de 2023, investigadores de la ONG ambientalista Provita realizaron visitas a diversas zonas de los estados Sucre, Anzoátegui, Lara y Falcón en busca de poblaciones de la cotorra cabeciamarilla (Amazona barbadensis).
La cotorra cabeciamarilla es casi endémica de Venezuela, con su presencia restringida a unas pocas localidades aisladas en las zonas áridas del norte del país, así como en Bonaire. Provita ha trabajado por más de 30 años en la Isla de Margarita para recuperar la población local de la especie, a través del Programa de Conservación de la Cotorra Cabeciamarilla.
En alianza con organizaciones de Bonaire y Aruba durante el año 2021 se desarrolló el primer plan de acción para la conservación de la cotorra cabeciamarilla en toda su área de distribución. Este trabajo resaltó que se conoce poco sobre el estado de conservación de las poblaciones de la especie en tierra firme, lo cual es clave para proponer medidas efectivas de conservación.
Entre los meses de septiembre y noviembre del año pasado, expertos de Provita realizaron visitas a zonas de distribución histórica de la especie a fin de realizar avistamientos y entrevistar a miembros de las comunidades cercanas. En palabras de Jesús Aranguren, analista del Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña “esta primera exploración fue muy nutritiva para el equipo, nos brindó unas primeras nociones sobre el estado de conservación de estas poblaciones, pudimos identificar algunos dormideros e incluso descubrimos nuevos nombres comunes autóctonos de cada estado”.
Al oriente del país, en los estados Sucre y Anzoátegui, lograron avistar decenas de cotorras, un número relativamente limitado y restringido a un área pequeña. En el occidente del país, en los estados Falcón y Lara, se encontró un número mayor. En todas las poblaciones fue frecuente encontrar cotorras en cautiverio.
Tal como indicó Jose Manuel Briceño, coordinador del programa, aún es muy pronto para hablar con propiedad sobre el estado de conservación de estas poblaciones en tierra firme. Aseguró que se trata de un primer paso y que se deben hacer censos exhaustivos para comprender la dinámica y tamaño de estas poblaciones de cotorra, así como más investigación respecto a las amenazas en cada localidad.
Estas visitas fueron posibles gracias al financiamiento de Loro Parque Fundación y al apoyo de aliados presentes en cada localidad, especialmente: la ONG Mangle, el Zoológico de Paraguaná, el grupo de Guardaparques Universitarios del Parque Zoológico Bararida, la Universidad de Oriente y a Thore Noernberg.