La Amazonía sufrió una pérdida de bosques casi tan grande como el tamaño de Colombia, revela análisis de MapBiomas

  • Entre 1985 y 2023, más de 88 millones de hectáreas de la Amazonía fueron deforestadas. Estas zonas han visto un alarmante aumento en el uso de suelo para minería (1,063%), agricultura (598%) y ganadería (297%).
  • Frente a las próximas cumbres de la COP16 y COP30, es urgente implementar políticas que fortalezcan el rol protector de los Territorios Indígenas y Áreas Naturales Protegidas para frenar la deforestación.

Ecuador, 26 de septiembre de 2024.- La Amazonía, ese gran ecosistema vital para la humanidad y el planeta, enfrenta uno de sus momentos más críticos. En los últimos 39 años –entre 1985 y 2023–, los países amazónicos perdieron más de 88 millones de hectáreas de bosques (12.5% de su cobertura); un área casi tan grande como Colombia, según los datos generados por MapBiomas Amazonía, iniciativa de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG). Frente a este escenario, nunca antes fue tan urgente fortalecer las políticas de conservación y restauración, así como el rol protector que cumplen los Territorios Indígenas y las Áreas Naturales Protegidas frente a la deforestación.

Según alertaron especialistas de la RAISG, la región amazónica viene sufriendo una transformación acelerada. Por medio del resultado de la clasificación de imágenes satelitales muestran que entre 1985 y 2023, en las áreas donde disminuyó el bosque, el uso de suelos para minería legal e ilegal se expandió en 1,063%, en agricultura 598% y en ganadería 297%. Así, muchos ecosistemas desaparecieron para dar paso a enormes extensiones de pastos, tierras agrícolas de soya, palma aceitera y otros monocultivos, o se convirtieron en grandes cráteres de agua para la extracción de oro. En el caso de la minería, la erosión del suelo no solo impacta en la cubierta forestal sino en el suelo fértil, lo cual vulnera su capacidad de recuperación y aumenta el riesgo de deslizamientos, además de todos los contaminantes.


Un panorama regional alarmante 


El análisis incluye los 8 biomas de la Región Amazónica. El 71% de las pérdidas totales de bosques en la Amazonía ocurrió en el bioma Bosques Amazónicos o Tropicales, el más grande de toda la región, presente en los 9 países (Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa). El 23% se situó en la sabana tropical El Cerrado (Brasil); 4% en el bosque seco tropical Chiquitano (Bolivia); y 2% se dividió en los biomas bosque seco El Chaco (Bolivia-Paraguay), humedal Pantanal (Brasil-Bolivia), Tucumano-boliviano, así como en los Andes y Valles de Perú y Bolivia.

2023: El año más devastador 

En los 39 años de estudio, los bosques de la región retrocedieron a una velocidad de más de 2.3 millones de hectáreas anuales. Sin embargo, el 2023 fue el año más devastador de las últimas dos décadas, con una pérdida de más de 3.8 millones de hectáreas; equivalente a 190 veces la ciudad de Buenos Aires. El lamentable pico de ese año se alcanzó, debido al mayor crecimiento de actividades económicas, desarrolladas a espaldas de un contexto de cambio climático, con eventos cada vez más extremos y frecuentes. Una situación que sigue golpeando a una Amazonía ya debilitada, tanto en su capacidad de regeneración, como en su rol para regular el clima del planeta.

En esa misma línea, las sequías extremas del año pasado intensificaron el impacto minero en la Amazonía, lo que generó un retroceso significativo de los bosques inundables; ecosistemas altamente productivos que dependen directamente de las lluvias para formarse a orillas de ríos y humedales. Los bosques inundables se redujeron en 4.4 millones de hectáreas en los últimos 39 años, con pérdidas de 3 mil 500 hectáreas solo en 2023: la mayor de los últimos seis años. Su retroceso pone en serio peligro la abundancia y diversidad biológica de la Amazonía –sobre todo de peces– y, por tanto, la disponibilidad de alimento para las poblaciones aledañas.  


El rol crucial de los territorios indígenas y las áreas naturales protegidas 

A puertas de la COP16 de Biodiversidad en Colombia (octubre 2024) y con miras a la COP30 sobre Cambio Climático en Brasil (noviembre 2025), la RAISG considera estos dos años claves para que los líderes de los gobiernos y las entidades de incidencia implementen políticas de conservación y restauración más estrictas, a partir de estos focos de pérdida. “Los principales desafíos son conservar las áreas intactas y de baja degradación, antes de alcanzar el llamado ‘punto de no retorno’ de la Amazonía; y sustituir las actividades actuales por otras que afecten menos al bosque. Y lo más importante: proteger las Áreas Naturales Protegidas y Territorios Indígenas, que vienen actuando como barreras contra la deforestación y degradación”, señala Karen Huertas, especialista de MapBiomas Amazonía. 

Justamente, el rol fundamental que juegan ambos espacios en la conservación de la diversidad biológica se demuestra con cifras: apenas el 5.8% de los 88 millones de hectáreas de bosques perdidos en la Amazonía, ocurrieron en Áreas Naturales Protegidas (ANP) y territorios indígenas; mientras que el 94.2% restante se dio fuera de estos espacios. Durante milenios, los pueblos originarios han sido los mejores guardianes del bosque, gracias a sus conocimientos y prácticas ancestrales, que les permiten consumir recursos de manera sostenible y otorgar a los suelos los descansos necesarios para su regeneración. De igual modo, en las ANP se prioriza la estabilidad del bosque y resguarda los servicios que la Amazonía brinda a la humanidad: suministros de oxígeno, agua para consumo, alimento, biodiversidad y medicinas tradicionales.

A pesar de su invaluable aporte en la lucha contra el cambio climático, los pueblos indígenas viven bajo constante amenaza. Entre 1985 y 2023, sus territorios tuvieron pérdidas de 3.6 millones de hectáreas de bosques, debido al avance de la minería aurífera, la tala ilegal y los cultivos para el narcotráfico. Una situación que ha puesto en riesgo la seguridad y vida de los líderes ambientales, y vulnera a su vez la diversidad cultural de los países. Asimismo, durante el mismo periodo, las ANPs perdieron más de 1.4 millones de hectáreas, principalmente en sus márgenes, a causa de la invasión de actividades agropecuarias por parte de la sociedad civil y empresas. 

De seguir esta tendencia, en unos años la Amazonía caminará a un proceso de sabanización y praderización irreversible. La pérdida de bosques seguirá liberando grandes cantidades de CO2, que acelerarán aún más el calentamiento global y reducirán el hábitat de miles de especies. Por muchos años, los gobiernos dieron la espalda a las comunidades indígenas, tradicionales y locales, que han sabido conservar los bosques, mejor que otros grupos humanos. Pero, ahora es tiempo de cambiar esta realidad, a fin de frenar la devastación de la Amazonía, fortaleciendo sus derechos territoriales, su participación activa en las decisiones y su valiosa herencia cultural. 

“Los gobiernos de los países amazónicos deben actuar de forma coordinada para contener el avance de las presiones y amenazas, como la deforestación, la minería y el narcotráfico, avanzar en alternativas económicas sostenibles y promover la restauración ambiental a escala regional. La Declaración de Belém y la XIV reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OTCA determinaron importantes caminos para la cooperación regional, como La Red Amazónica de Autoridades Forestales y la Red Amazónica del Manejo Integral del Fuego ,que deben ser efectuados con la participación activa de los pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes y tradicionales”, finalizó Angélica García, secretaria ejecutiva de la RAISG. 

Evento MapBiomas Amazonía

Para más información sobre la situación actual de la Amazonía y las acciones necesarias para protegerla, la RAISG está desarrollando al evento “Por una visión integral de la Amazonía: 39 años de pérdidas de bosques y propuestas de conservación” en el cual se discutirán los hallazgos del informe y las posibles soluciones.

Fecha
Jueves: 26 de septiembre de 2024
Hora
15h00 (Ecuador, Colombia y Perú), 16h00 (Venezuela y Bolivia) y 17h00 (Brasil)

Presencial
Hotel Dann Carlton, Avenida República de El Salvador, Quito – Ecuador

Virtual
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Regístrese aquí
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Sobre RAISG

RAISG es la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada, un consorcio de organizaciones de la sociedad civil de los países amazónicos orientados a la sostenibilidad socioambiental de la Amazonía, con el apoyo de la cooperación internacional. RAISG genera y difunde conocimientos, datos estadísticos e información socioambiental geoespacial sobre la Amazonía, elaborados con protocolos comunitarios para todos los países de la región; facilita la visualización de la Amazonía en su conjunto, así como de las amenazas y presiones que pesan sobre ella. RAISG es el resultado de la cooperación de ocho organizaciones de la sociedad civil que trabajan en seis países amazónicos:  Bolivia (FAN), Brasil (Imazon, ISA), Colombia (Gaia), Ecuador (EcoCiencia), Perú (IBC) y Venezuela (Wataniba, Provita).

https://www.raisg.org/

Sobre MapBiomas

MapBiomas surgió en Brasil como una iniciativa multi institucional que involucra universidades, ONG y empresas de tecnología con el fin de contribuir a la comprensión de las transformaciones del territorio brasileño a partir del mapa anual de cobertura y uso del suelo en Brasil. Actualmente, esta red reúne a más de 70 instituciones de América Latina e Indonesia en siete iniciativas y catorce países comprometidos con la generación de datos, métodos, herramientas e información que orienten la conservación y la toma de decisiones en torno a los recursos naturales. Las herramientas desarrolladas por la red MapBiomas para todas sus iniciativas presentan información generada con una resolución espacial de al menos 30 metros. Los datos se procesan utilizando algoritmos de clasificación automática a través de la información en la nube de Google Earth Engine.

http://mapbiomas.org/

Sobre Provita

Provita es una Asociación Civil sin fines de lucro, fundada en febrero de 1987 que se dedica a desarrollar soluciones socioambientales innovadoras para conservar la naturaleza. En más de tres décadas de existencia, Provita ha ejecutado cientos de proyectos que van desde la recuperación de especies y ecosistemas amenazados, hasta el impulso de actividades económicas sostenibles junto a comunidades locales.

https://www.provita.org.ve/