En el marco de la Campaña Cielo Verde, Provita ha completado con éxito un ciclo de talleres de capacitación para Operadores en Turismo Sostenible en la península de Macanao, con el fin de reducir la demanda de la Cotorra Margariteña como mascota y fomentar la conservación de la biodiversidad local.
Las jornadas presenciales se llevaron a cabo en las comunidades de Robledal y Boca de Pozo durante el mes de septiembre, con la participación de 18 jóvenes y adultos de la región. A lo largo de los talleres, los asistentes adquirieron conocimientos clave para la gestión responsable de los recursos naturales, la minimización del impacto ambiental y la promoción de la cultura local, todo ello con un enfoque en la protección de la Cotorra Margariteña y la biodiversidad en general.
El objetivo principal de estas actividades fue fortalecer las capacidades locales para liderar iniciativas de turismo sostenible, empoderando a los participantes a ser promotores de experiencias centradas en el disfrute de las cotorras y el contacto con la naturaleza. Además, se destacó la importancia de la Cotorra Margariteña como un símbolo regional, demostrando cómo la reducción de su tenencia como mascota puede traer beneficios a la economía local.
“Estamos muy satisfechos con la participación y el entusiasmo demostrado en los talleres. Los asistentes mostraron un gran compromiso con la conservación de la Cotorra Margariteña”, comentó Nila Pellegrini, coordinadora de Educación de Provita. “Es la primera vez que impartimos estos talleres, y creemos que han sido un paso importante para impulsar el turismo sostenible en la península de Macanao y para empoderar a la comunidad como agentes de cambio en la conservación ambiental”.
Durante las sesiones, los participantes abordaron temas como la sostenibilidad, los principios básicos de las actividades turísticas, la capacidad de carga, la gestión de visitantes, y las buenas prácticas en el manejo de recursos naturales, siempre en el contexto de la reducción de la demanda de la Cotorra Margariteña.
Este tipo de iniciativas no solo fortalece las capacidades locales en turismo sostenible, sino que también fomenta el orgullo por la biodiversidad y los recursos naturales de la región. Reconocer a la Cotorra Margariteña en su hábitat natural como una fuente de beneficios emocionales, sociales y económicos es un paso crucial para disminuir su captura ilegal y promover su conservación.